La rebaja de la adoración vampiresa

(OjO Si no sabes quién ha muerto en una fuente, no sigas leyendo.

SPOILERS 4.09 DE THE VAMPIRE DIARES)

Otra serie que se nos va de parón navideño, lo cual ayuda a asentar ideas y ver cómo ha ido su primera parte y respecto a The Vampire Diaries, he de confesar que empiezo a tener ya serias dudas de su continuación. Es cierto que sigue habiendo mil cosas por capítulo y que con ellas no te aburres, pero ya hay ciertos signos que me hacen desconfiar de su evolución. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero es que los personajes de Mystic Falls ya han caído demasiadas veces. 

El primero que se me viene a la cabeza y de ahí viene en gran parte mi enfado es por Damon. Muchos deseamos que la relación de Damon y Elena se fraguase y por fin, así se consiguió en esta cuarta temporada. Además con un argumento muy válido y que no echaría por tierra los tres años anteriores de la relación con Stefan: Es la Elena vampira la que ama, la que necesita a Damon así que en su nueva condición era obvio que tenía que iniciar una relación con él. No obstante, esa decisión iba a tener un daño colateral: Stefan, que celoso y amargado (aún más de lo que estaba) decide sabotear la relación de su ex con su hermano. Que le duela es algo natural, pero 300 años de vida tendrían que servir para ser algo más maduro y no comportarse como un crío malcriado al que le han robado su juguete favorito. Por ello, Damon, una vez más, decide sacrificarse por su hermano y a pesar de que ama a Elena con locura, la deja libre, rompiendo el hipotético lazo que les unía. Por una vez, me hubiese gustado que Damon tuviese un par de bemoles y se enfrentase a su hermano, o más bien a la culpabilidad que siente que le hace sentirse siempre un desgraciado. Ya ha expiado sus culpas así que es hora de que fuese feliz. También esa ruptura de lazo puede tener otra lectura y que sea para que Elena le demuestre que no es por eso por lo que lo quiere, sino porque realmente le ama. Pero no creo sea así a la luz de los acontecimientos.

Pero en esta historia además, hay una invitada especial, Caroline, que es otra aguafiestas y se ha impuesto como meta en su vida eterna que Damon y Elena no estén juntos. La Caroline de esta cuarta temporada no es ni de lejos la que habíamos visto anteriormente. En vez de aclarar sus sentimientos con Tyler y Klaus, decide ayudar a Stefan a buscar la cura para Elena, lo que significa no sólo que dejaría de ser vampira, sino también que ya no habría razón para mantener la relación con Damon. En cierta forma, esté traicionando a su amiga, cosa que en otro tiempo no hubiese ocurrido ya que si por algo se caracteriza Caroline es por ser muy comprensiva con los sentimientos de las personas.

Y nos queda Klaus, que otra vez vuelve a las andadas. Enfadado, herido y traicionado, busca la manera de vengarse del jefe de la rebelión y aunque en un primer momento, pensase en matar al híbrido  encuentra una manera mucho más cruel y dolorosa: matar a la madre de Tyler, la alcaldesa. Ello tendrá importantes consecuencias, especialmente en su relación con Caroline que siendo que era una de las más bonitas, se la han cargado de lleno (salvo que cambien de personalidad otra vez obvio). De esta manera volvemos a tener al malvado de pasadas temporadas; si bien con su cambio de actitud y ese pacto secreto de no atacarse mutuamente todo parecía presagiar que estaríamos en un tira y afloja cómodo para ambos bandos, pero sin pasar a mayores. En la situación que estamos, creo todo lo contrario y una nueva batalla entre Klaus y Tyler se ha abierto, lo que repercutirá al resto de habitantes de Mystic Falls, entre ellos nuestro grupito.
Por lo demás, la trama de los híbridos y el profesor Shane se está desdibujando bastante, lo que me hace añorar que en ese primer capítulo matasen al cura que podría haber sido un buen malvado y haber jugado con la religión y la brujería, que hubiese sido un tema muy interesante de tratar (¡y haber traído una bruja en condiciones y no la tonta de Bonnie!). En ello, habrá que ver qué posición juega la sirena Hayley y cuál será su destino, que yo particularmente auguro no muy bueno. Como era de suponer el profesor es Silas, el inmortal. Junto a esta trama de fondo, está la del cazador Jeremy, que apuntaba maneras para ser entretenida y está siendo bastante pesada. No sé que contrato tendrá este actor, pero siendo uno de los que a priori tiene más papeletas para morir, consigue salvarse siempre y le buscan tramas para intentar hacerlo más interesante, pero no lo consiguen y no lo hacen precisamente cambiando cada dos por tres las reglas de la historia que se le aplique. Ahora resulta que con un par de palabras y unas velas, consigue controlar al alma del cazador y seguir siendo el mismo insulso de siempre. ¿Dónde están las brujas para hacer buenos hechizos cuando se la necesitan? Porque lo de Bonnie también es caso aparte. 
Otra cosilla que queda comentar es la introducción de un nuevo personaje, April, que no sé muy bien que hacer con ella. No me molesta, pero tampoco me parece que pueda aportar algo más a este universo (¿lo de su padre en qué quedo?). Veremos ahora que se ha enterado de todo, ya que llevaba la pulsera de verbena que le dio Jeremy y cómo responde al ver a su amiga del alma, Rebekah en un ataúd. Espero y deseo que la despierta ya que la he echado de menos en estos capítulos.
Como decía anteriormente, en cuanto a ritmo, la serie sigue en forma, pero no así en cuanto a calidad de esas miles de cosas que pasan. Me parecen que han definido varios círculos concentricos y de ahí no salen, lo cual repercute en la evolución de los personajes algo que en una cuarta temporada tendría que ser más que palpable. Estamos a mitad de temporada así que queda mucho para andar aún y saber cómo se resolverá tanto lo del profesor, que supongo que hasta última hora no sabremos qué pretende, como qué pasará con el cabreado Klaus y con quién se quedará Elena.

Enganchada a las series